Privacidad para perezosos: cómo protegerte sin convertirte en Stallman
Manual de supervivencia digital para gente que no tiene tiempo de compilar su sistema operativo desde cero.
¿Por qué debería importarme la privacidad si “no tengo nada que ocultar”?
¿Te imaginas que un desconocido escuchara todas tus llamadas, leyera tus notas del móvil y supiera cada paso que das en Internet? Pues eso ya está pasando. Pero no te preocupes, no te vamos a pedir que uses un sombrero de papel de aluminio. Solo un poquito de sentido común digital.
Privacidad ≠ Paranoia
Privacidad es como la ropa interior: nadie dice que tengas que ocultarla por vergüenza, pero tampoco la vas enseñando por la calle, ¿verdad?
1. Di adiós a Google (al menos un poco)
Sabemos que dejar Google es difícil. Pero no necesitas una desintoxicación digital completa. Solo un buscador más libre y privado. Te recomendamos:
- SearxNG: nuestra instancia propia. Sin rastreo, sin anuncios, sin vigilancia.
- DuckDuckGo: una opción conocida, aunque no tan libre.
2. El correo: menos Gmail, más dignidad
¿Por qué regalar tus conversaciones y contactos a una multinacional? Hay vida más allá de Gmail:
- Tutanota: correo cifrado y fácil de usar.
- ProtonMail: privacidad suiza con estilo.
- Disroot: ética, libre y comunitaria.
- Firefox Relay: alias de correo para evitar spam y proteger tu email real.
- Correo @tuiter.ovh: sí, también tenemos nuestro propio servicio privado para los usuarios.
3. Navega sin que te sigan
No necesitas vivir en Tor todo el día, pero puedes:
- Usar Firefox con bloqueo de rastreadores.
- Probar LibreWolf si te apetece algo aún más privado.
- Instalar extensiones como uBlock Origin, Privacy Badger y HTTPS Everywhere.
4. Mensajería sin espías
¿Aún usando WhatsApp para contar secretos? Bueno, mejor esto:
- Signal: ideal para quienes quieren privacidad real sin complicaciones.
- Element (basado en Matrix): más geek, pero federado y potente.
- XMPP: si quieres volver a sentirte como en los 2000 pero sin vigilancia.
5. Bonus: no todo tiene que ser perfecto
No necesitas ser un experto ni dejar todo lo “malo” de golpe. La privacidad no es una religión: es una serie de pequeños hábitos que te devuelven control sin convertirte en un ermitaño digital.
Haz lo que puedas. Pero empieza.
Tu yo del futuro te lo agradecerá (y las multinacionales, no tanto).
En resumen:
- Busca con SearxNG.
- Evita Gmail como si fuera una red social del 2012.
- Esconde tus metadatos como escondes tus contraseñas (o deberías).
- Usa apps libres. Ríete del capitalismo digital.
¿Te gustó esta guía? Puedes compartirla o apoyar nuestro proyecto con una donación.
❤️ Hacer una Donación