Diario de una admin (y otras cosas)

Lo que hago cuando no estoy peleándome con servidores

A veces parece que Tuiter.Rocks existe solo de puertas hacia fuera: servidores, federación, normas, debates, decisiones que no siempre se ven y que casi nunca se agradecen. Pero quienes sostienen espacios comunitarios saben que la mayor parte del trabajo ocurre en silencio. No es espectacular. No da titulares. Y, sin embargo, es lo que mantiene todo en pie.

Cuidar una comunidad no consiste únicamente en levantar infraestructura o escribir normas claras. Tiene más que ver con observar, con leer contextos, con entender cuándo intervenir y cuándo no. Con aceptar que no todo conflicto se resuelve, que no todas las personas van a quedarse, y que a veces el mejor gesto es simplemente no añadir ruido.

Con el tiempo aprendes algo importante: acompañar no es dirigir. No es imponer un ritmo ni empujar hacia un sitio concreto. Es sostener un proceso sin apropiártelo. Dejar margen. Entender que cada persona —y cada grupo— tiene su propio tempo.

Ese mismo hilo invisible atraviesa más partes de mi vida de las que parece.

Cuando no estoy peleándome con servidores, leyendo logs imposibles o apagando fuegos digitales, mi trabajo se mueve en otro escenario, pero bajo una lógica sorprendentemente parecida. Trabajo con perros y con las personas que conviven con ellos. Especialmente con familias que han adoptado y se encuentran con miedos, bloqueos o conductas que no se arreglan con recetas rápidas.

Por esa razón nació Bruma Connection, mi proyecto de educación canina, centrado en perros adoptados y casos donde el miedo y la ansiedad no se solucionan con prisas ni con fórmulas universales, sino con lectura, tiempo y acompañamiento real.

No es un trabajo visible. No suele tener finales claros ni momentos épicos. Muchas veces consiste en estar, observar, ajustar una mínima variable y volver a esperar. Aceptar que el avance no siempre es lineal. Que hay días buenos y días en los que parece que todo retrocede, aunque no sea verdad.

Si algo he aprendido en ambos mundos —el digital y el canino— es que cuidar no es controlar. Que intervenir demasiado pronto suele romper más cosas de las que arregla. Y que el verdadero trabajo suele ser invisible para quien solo mira los resultados finales.

Tuiter.Rocks sigue siendo este espacio donde reflexionar en voz alta sobre comunidades, tecnología y cuidados colectivos. Lo otro sucede en otro ritmo, con correa, horarios largos y mucha atención a señales pequeñas que casi nadie ve. Y está bien que así sea.

No todo tiene que ocurrir en el mismo lugar.
No todo necesita ser explicado del todo.
A veces, sostener es suficiente.

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